El Davallament de la Sang recuperó ayer la imagen tradicional del Crist tras el paréntesis del año pasado, cuando se tuvo que recurrir a una figura sustitutoria por los destrozos causados a la original.
Antes de las 10'30 horas, la iglesia de la Sang ya estaba repleta de gente, con todos los bancos ocupados y numerosas personas de pie en la entrada y los laterales, donde, por la aglomeración, apenas se podía andar.
Tras la plegaria del Via Crucis, oficiada por el viceprior de la Sang, Ricard Ramos, los prohoms y los sobreposats de la Confraria de la Preciosíssima Sang del Nostre Senyor Jesucrist procedieron a trasladar la imagen del Crist, en posición yacente. La figura había sido retirada de su camarín la noche anterior.
El paso del Crist por la nave central del templo hasta ser depositado frente al altar mayor hizo aflorar lágrimas entre algunos fieles. El toque de modernidad lo dieron otros devotos que fotografiaron la escena con las cámaras de sus teléfonos móviles. Presenciando todo el proceso, una imagen de la Dolorosa traída expresamente desde la iglesia de Sant Nicolau.
Con el Crist yacente ante el altar, los fieles se agolparon para besarle los pies mientras los que quedaban atrás entonaban un Credo. Algunos se arrodillaron alrededor de la imagen en actitud de adoración. El Crist de la Sang permanecerá allí hasta que hoy presida y cierre la procesión del Dijous Sant. Hasta ese momento, prohoms y sobreposats custodiarán la imagen, en turnos de dos personas, en previsión de vandalismos. Las colas para la adoración se sucedieron a lo largo de la tarde de ayer.