En la carretera de Manacor, poco antes de llegar a la palmesana barriada de Son Ferriol, desde Ciutat, se pueden apreciar tres rotondas a las que cabría denominar «con carácter», de contenido «rústico ajardinado». Dejadas en manos de la madre naturaleza, ortigas, cardos y malas hierbas de todo tipo crecen frondosas y vigorosas. La ampliación de dicha carretera fue una obra, inacabada, del Govern del Pacte, que plantó palmeras, olivos y algunas plantas de flor, que hoy el nuevo Govern no mantiene y que de no ser por las abundantes lluvias de los últimos meses se habrían muerto todas ellas, no el ochenta por ciento como es el caso. Desde que se asfaltó la carretera, los responsables del Govern no han vuelto a trabajar en el lugar ni se han preocupado de las rotondas y medianas, que incluso dificultan la visibilidad de los conductores y en pocos días podrían llegar a tapar las señales de circulación y provocar algún accidente. En poco menos de mes y medio pasarán a ser responsabilidad del servicio de mantenimiento del Consell Insular de Mallorca (CIM), que, según hemos podido conocer por el propio responsable del departamento, Francisco Sánchez, ingeniero de gestión del Consell, se negará a recibirlas «en el estado actual». «Una vez que dependa de nosotros, realizaremos de manera inmediata un examen para conocer la situación de estas tres rotondas, mejorando la imagen y evitar el abandono», afirma. Por parte del Govern no hemos tenido respuesta.
Julián Aguirre