El colegio Sant Alfons de Palma tiene la particularidad de ser el centro concertado de Balears con mayor número de alumnos extranjeros, con un 76% procedente de otros países. De sus 389 alumnos, 88 son de Ecuador, 47 de Colombia, 6 de Marruecos, 12 de China, 27 de Argentina, 13 de la República Dominicana, 7 de Chile, 6 de Alemania, 3 de Portugal, 4 de Venezuela, 10 de Bolivia, 3 de Rumanía, 7 de Cuba, 7 de Bulgaria, 4 de Uruguay y 17 de otros países. Un total de 18 alumnos están acogidos a programas de integración (por problemática tanto física como psíquica) y 133 a programas de compensatoria.
El centro, que acoge a alumnos de Infantil a 4º de ESO, es un verdadero crisol de culturas. Su director, Manuel García, asegura: «No formamos un gueto, los niños se relacionan con total normalidad. Además, no se sienten discriminados. Aquí la gente viene de nuestra zona de influencia, desde el barrio de Santa Creu, Son Espanyol, San Agustín, etc... Seguimos teniendo a los alumnos de 'siempre', del Puig de Sant Pere, en su mayoría descendientes de portugueses y gitanos, y también de otros países. Aquí no se sienten mal, se sienten integrados. Son mayoría. En otros centros, los niños inmigrantes son la minoría y pueden, en algunos casos, sentirse discriminados. Éste no es nuestro caso».
Lo más acuciante es que el centro tiene un déficit de 10 millones de pesetas anuales. Un gasto que cubre casi al completo la comunidad de teatinos que rige el centro. Además, el colegio tiene un servicio de comedor, que los alumnos pagan gracias a ayudas del Ajuntament de Palma. «Tenemos un horario hasta las 18.00 horas. Lo que conviene a muchos padres. Es sabido que muchas madres trabajan en el sector de servicios y hostelería. Sus horarios de máxima actividad coinciden con la hora de la comida. Por eso, va muy bien que los niños puedan comer en el centro. Aquí recibimos alumnos que nos remite la oficina de escolarización. Nuestro centro es concertado y completamente gratuito», dice García.
Toni Limongi