OLGA QUINTANILLA-MADRID
El president del Govern, Jaume Matas, se mostró ayer convencido de
que el próximo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no
cancelará las adjudicaciones de las desalinizadoras de Mallorca,
Menorca e Ibiza así como el proyecto del trasvase de Sa
Costera.
«Seguro que no va a ser así y que el nuevo gobierno de España no los va a volver atrás, lo que sería un gran error», dijo Matas instantes después del descubrimiento de un retrato suyo pintado por la mallorquina Joana Vizcarro, en el Ministerio de Medio Ambiente en presencia de su ministra en funciones, Elvira Rodríguez.
Jaume Matas, que acudió a este acto institucional en compañía de su esposa, Maite Areal, se mostró emocionado tras ver el cuadro y manifestó que «ha sido un momento de especial emoción porque han sido tres años muy importantes en mi carrera política, lo cual, me llena de orgullo y satisfacción».
El president dijo que «es un recuerdo muy grato pero no es más que un detalle que no tiene mayor importancia si se compara con lo que uno se lleva dentro. Tres años de vivencias y experiencias y sobre todo un gran equipo humano y una gran amistad con mucha gente que participó conmigo en este proyecto».
Jaume Matas tildó de «apasionante» el proyecto político que le tocó vivir en el Ministerio de Medio Ambiente con «puntos álgidos y de gran importancia como fue la tramitación y la aprobación del Plan Hidrológico Nacional o del Plan Forestal y otros proyectos como era el cumplir con un compromiso electoral del gobierno del presidente de Aznar con los electores».
El president expresó su voluntad de ofrecer un clima de entendimiento con el futuro Gobierno: «Siempre he defendido que las instituciones están por encima de las personas y los políticos. Estoy convencido de que va a existir una buena relación y de que vamos a entendernos por el bien de las Islas Baleares y por el bien de España. Por tanto, mi predisposición va a ser absoluta y estoy seguro de que también lo va a ser desde el gobierno central».
Jaume Matas vaticinó que «naturalmente no vamos a compartir algunos proyectos ejecutados por este gobierno y que probablemente no se mantengan por el gobierno socialista pero eso no tiene por qué influir en las relaciones institucionales entre el Gobierno de España y la Comunidad de les Illes Balears».