La «Fundació Balear contra la Violència de Gènere» fue presentada ayer en el Govern con el objetivo de implicar a toda la sociedad civil y a las administraciones públicas en la lucha contra la violencia doméstica en Balears. Esta fundación contará con aportaciones públicas y privadas y contará con un presupuesto abierto. El proyecto fue presentado por la vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás; la consellera de Presidència, Rosa Puig; la directora del Institut Balear de la Dona, Isabel Llinás; la presidenta de s'Institut del Consell de Mallorca, Margalida Vilanova, y Margalida Ferrando, concejala de Acció Social del Ajuntament de Palma. La primera acción que desarrollará la fundación será obligar a los agresores a llevar permanentemente una pulsera para que estén localizados e impedir que se acerquen a sus víctimas. En cualquier caso, esta iniciativa deberá ser aprobada por orden judicial.
Rosa Puig destacó que una empresa privada -Grup Fer- ya se ha comprometido a aportar 24.000 euros para impulsar distintos programas en contra de la violencia doméstica. El Govern ha colaborado con 120.000 euros y el Ajuntament de Palma, y los consells insulars de Mallorca y Eivissa-Formentera, con 60.000 euros cada uno. El Consell de Menorca ha sido invitado a participar en el proyecto, pero aún no ha comunicado si se adherirá. «Tendremos un presupuesto abierto», recalcó Rosa Puig. La fundación tendrá una presidencia de honor que todavía no se ha hecho pública, aunque este periódico ha podido saber que el Govern ha solicitado la colaboración de la Familia Real. «La presidencia de honor va a ser para una persona de gran prestigio y muy conocida», comentó Puig.
La vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, recordó que hasta hace poco tiempo «las mujeres no denunciaban los malos tratos hasta que llevaban 20 años de matrimonio». «Debemos poner fin a una educación basada en la desigualdad para acabar con el problema de la violencia sexista», pidió Rosa Estarás. La titular de Presidència destacó que durante el pasado año se decretaron 250 órdenes de alejamiento para agresores y se presentaron hasta un total de 1.600 denuncias por malos tratos en Balears. «Hemos de conseguir la implicación de toda la sociedad», insistió Puig. El Govern quiere que la nueva fundación se coordine con el Institut Balear de la Dona. De hecho, la fundación se ha creado para poder captar ayudas privadas con el fin de impulsar nuevos proyectos. La fundación fichará a una gerente, que coordinará todos los proyectos. Para el Ejecutivo, la fundación permitirá afianzar el compromiso de las administraciones públicas en favor de la «tolerancia cero».