El crecimiento poblacional estimado en Balears para los ejercicios 2003 y 2004 supera los 30.000 habitantes anuales en términos absolutos.
El estudio de Antoni Monserrat imputa la desaceleración del crecimiento poblacional en las Islas a dos causas fundamentales. La primera es una retracción en el empadronamiento de la población extranjera «sin papeles» por miedo a ser detectados por la administración, mientras que la segunda y principal se deriva de la desaceleración del crecimiento económico registrado en el archipiélago durante los tres últimos ejercicios.
El estudio pone de manifiesto que en los niveles actuales de crecimiento económico sólo permiten cubrir el crecimiento vegetativo de la población actual balear, circunstancia que podría provocar la formación de bolsas de pobreza en las Islas en el corto plazo, según advierte Monserrat. Esta situación se justifica por el diferencial de crecimiento poblacional estimado (31.263 habitantes para 2003), frente a los niveles de creación de empleo legal registrados (1.884 puestos de trabajo netos en el mismo año).
En todo caso, el ex director general de Economía estima que de los 30.000 habitantes que llegan cada año a las Islas, la mitad corresponden a colectivos que no trabajan (mujeres o niños en su mayoría), por lo que la falta de empleo podría afectar sobre todo a los 15.000 restantes, aunque admite que gran parte de ellos serán ocupados en trabajos «ilegales».
El estudio considera en todo caso que Balears debería de incrementar sus niveles de crecimiento económico y aplicar políticas sociales preventivas para evitar que estas bolsas de pobreza se transformen en bolsas de marginalidad o delincuencia, que serían especialmente peligrosas en una comunidad autónoma turística como es la Balear.