En numerosas ocasiones, Castillo ya había expresado su voluntad de utilizar la iniciativa privada para financiar la edificación del hospital en Son Espases. La consellera sentenció que el Govern no aceptaría ninguna ayuda «sí sólo fuera destinada a la remodelación del actual Son Dureta», hecho que atentaría contra el programa electoral del PP. De esta manera Castillo daba respuesta a unas declaraciones del diputado electo socialista Francesc Antich en las que cuestionaba la idoneidad de construir el nuevo hospital en Son Espases.
Castillo recordó a Antich que «en Balears continúa gobernando quien lo hace desde hace nueve meses. Podemos hablar de financiación sanitaria y de infraestructuras, pero a quien compete donde ubicarlas es al Govern balear». Ramis de Ayreflor recordó que el Ejecutivo balear ya había anunciado que pediría al Gobierno central más transferencias en concepto de educación y sanidad. Castillo añadió que los representantes del PP no se habían adherido a las protestas del PSOE en referencia a la insuficiencia económica que, según los socialistas, había acompañado las transferencias sanitarias porque, «ante un incremento de 17.000 millones de pesetas anuales, no podía haber queja», aunque según explicó eso no impedirá que se pida el incremento de las partidas.
Castillo matizó que, «más que la postura del PP», lo que se tendrá que analizar es la del PSOE, que pidió 30.000 millones de aumento, 5.000 de éstos por insularidad. Castillo expresó su deseo de recuperar el «Pacte per la Sanitat» a través de una proposición no de ley del grupo popular en el Parlament y valoró que este objetivo será más factible «sin la presión electoral».