El PP ganó ayer las elecciones en Palma pero con una ventaja muy escasa sobre la segunda fuerza más votada, el PSOE, que registró un espectacular avance, logrando 28.553 votos más que hace cuatro años, que cerca estuvo de provocar un empate técnico entre ambas formaciones.
Al 100 por cien del escrutinio electoral, los populares lograron 79.630 votos, el 44,76 por ciento de los sufragios emitidos por los palmesanos, lo que representa una pérdida de terreno considerable con respecto a las elecciones de 2000, cuando el Partido Popular consiguió el 53,40 por ciento de las papeletas, un total de 81.777, y una amplia ventaja sobre los socialistas.
Esta pérdida de 2.146 votos por parte de los conservadores, contrasta con los 28.553 apoyos que ha ganado el Partido Socialista, lo que demuestra que también en Palma ha existido ese voto de castigo al PP como consecuencia de los acontecimientos vividos por el país desde el 11-M.
Otra evidencia es el aumento de la participación en estos comicios por parte de los habitantes de la capital balear, pues se ha pasado del 58,77 por ciento del año 2000 al 67,19 por ciento de la jornada de ayer. No obstante, los palmesanos acudieron a las urnas a ejercer su derecho al voto en menor medida que el conjunto del Estado, donde la participación fue de más del 75 por ciento.
El PSOE, con 73.748 votos, el 41,45% del total, se ha recuperado de forma impactante de los discretos resultados obtenidos en los comicios generales de 2000, cuando se quedó con 45.195 votos, el 29,51 por ciento del total, y ha superado ampliamente incluso la barrera de los 62.000 votos de año 1996, que tan lejana parecía.