El 78,3 por ciento de los ciudadanos de Baleares que estuvieron hospitalizados el año pasado o tuvieron un caso de hospitalización en su hogar considera «buena» (45,9 por ciento) o «muy buena» (32,4 por ciento) la atención recibida, según los datos del Barómetro Sanitario 2003.
Por contra, el 18,9 por ciento de los encuestados calificó el servicio hospitalario de «regular» y un 2,7 por ciento tachó la atención de «muy mala». La media estatal de satisfacción por la atención hospitalaria se sitúa en el 81,8 por ciento, por lo que Baleares está por debajo del promedio español en este concepto. Este estudio del Ministerio de Sanidad revela que el 42,5 por ciento de los ciudadanos de las islas ingresó o tuvo a alguien con el que convive ingresado en un hospital, privado o público, durante el año pasado.
El 45,9 por ciento de los ingresos hospitalarios se debió a operaciones, el 21 por ciento fue para someterse a tratamientos, en un 5,4 por ciento de los casos respondió a la realización de pruebas específicas y «otras razones» sumaron el 27 por ciento de las hospitalizaciones.
A la mayoría de los hospitalizados o familiares de ingresados para ser operados (64,7 por ciento) se le informó del tiempo que debía esperar para someterse a cirugía, y también la mayor parte (59,2 por ciento) conoció por escrito los riesgos de la intervención.
Así, el 74 por ciento consideró que había recibido suficiente información sobre los riesgos a los que se exponía por pruebas, tratamientos u operaciones.
A juicio de los usuarios, los hospitales de Baleares «suspenden» en número de personas por habitación (3,8) y tiempo de demora para ingreso no urgente (4,2).