M.J./J.M.A.
El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, presidió ayer, Dimecres de
Cendra, la Eucaristía que marca el inicio de la Cuaresma en la Seu,
misa durante la cual instó a los fieles a «pararse a pensar para
descubrir qué cosas son verdaderamente importantes en la vida». El
obispo Murgui manifestó que «en la época actual, en la que siempre
andamos con prisas, corriendo, desesperados por la falta de tiempo,
la Cuaresma llega como un regalo de la Iglesia a las personas. Es
una gracia porque durante el tiempo de Cuaresma, la Iglesia
recuerda a los fieles la necesidad de pararse para poner orden en
nuestras vidas y descubrir qué cosas son verdaderamente
importantes».
«Es un tiempo para preguntarnos a dónde vamos con tanta prisa -continuó el prelado en su homilía- y reordenar nuestras vidas de acuerdo con nuestras prioridades, que para los cristianos están clarísimas, ya que las marca el Evangelio», afirmó. Tras la homilía, el obispo de Mallorca, asistido por el Capítol de la Seu, celebró el ritual de imposición de ceniza a los fieles presentes en la Catedral de Palma.
Con motivo del inicio de su labor apostólica en Mallorca, el obispo Murgui, acompañado por Mosèn Andreu Genovart, visitó ayer por la mañana al delegado del Gobierno en las Islas, Miquel Ramis, a la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y al presidente del Parlament balear, Pere Rotger. Durante su visita al Ajuntament de Palma, el obispo de Mallorca firmó en el libro de honor de la ciudad y, posteriormente, se empadronó como nuevo ciudadano palmesano.