El sindicato USO solicitó ayer por carta al delegado del Gobierno en Balears, Miquel Ramis, que descentralice la Oficina de Extranjería mediante acuerdos con la Conselleria de Treball y los ayuntamientos de las Islas para «descolapsar» las instalaciones del Polígono de Llevant y mejorar el servicio a los inmigrantes, según anunció el secretario general del sindicato, Rafel Pons.
El sindicato solicita también a la Delegación del Gobierno que dote la oficina del Polígono de Llevant de más recursos humanos, ya que aseguran que sólo cuatro funcionarios atienden al público. Piden la aplicación de un sistema de cita previa vía telefónica, tal y como sucede en Barcelona, y solicitan a Ramis que recupere los servicios de orientación específicos para la inmigración, para que mediadores de sindicatos o ONGs puedan tramitar la documentación ante la administración.
Rafael Pons denunció que cientos de inmigrantes «acuden sobre las cinco de la tarde del día anterior para conseguir un lugar para la empresa que debe de tramitar sus papeles. Por este motivo pasan toda la noche a la intemperie, en condiciones inhóspitas, lluvia y temperaturas que rondan los 2 o tres grados», lo que a su juicio vulnera los derechos humanos.