Sencelles se vistió ayer domingo de color para celebrar el tradicional desfile de carrozas y comparsas con motivo de la festividad de Santa Àgueda. A las tres y media de la tarde, tal y como estaba previsto, empezaron a concentrarse en la Plaça de ses Escoles los integrantes de las primeras carrozas y comparsas, ataviados con sus mejores disfraces. No faltaron tampoco a la cita numerosos vecinos y curiosos que no quisieron perderse la fiesta. Los primeros en llegar fueron los niños y monitores del Grup d'Esplai Burratatxo de Sencelles, que participaron en el desfile con la carroza «On és la llengua?». Una gran boca encabezaba la comparsa, a la que seguían 35 niños disfrazados de blancos dientes. Tras ellos, los monitores deesplai, que ataviados con negros trajes y bajo el título «Jurat» reivindicaban el uso de la lengua catalana. Precisamente esta comparsa recibió el tercer y cuarto premio del concurso, agraciados con 150 y 50 euros respectivamente. Unos grandes soles de color naranja llenaron de luz las calles de Sencelles. Se trataba de los niños y niñas de la escoleta municipal acompañados por sus padres y madres. Según explicaba una de las madres, «han estado trabajando durante varias semanas en la confección de los disfraces» para esta fecha tan señalada en Sencelles como es la festividad de la patrona, Santa Àgueda. Y el esfuerzo mereció la pena, porque consiguieron llevarse el segundo premio, dotado con 250 euros.
Pero si hubo una carroza que llamó la atención de vecinos y curiosos desde su entrada en la Plaça de ses Escoles hasta el final del trayecto fue sin duda la ganadora del concurso. Bajo el título «Conservem les nostres arrells», un numeroso grupo de familias del municipio reprodujeron casi con exactitud un huerto mallorquín, al que no le faltaba un detalle: el payés labrando la tierra, la payesa recogiendo el grano, una fuente por donde circulaba agua y una amplia representación de las hortalizas y frutas típicas de la isla
Elena Dávila