Los sindicatos y la Administración autonómica parecen estar cada vez más lejos a la hora de llegar a un acuerdo para la homologación de las condiciones laborales de los trabajadores de las fundaciones de Son Llàtzer y Manacor con el resto de personal del IB-Salut. De hecho la reunión de ayer concluyó sin acuerdo y con una clara amenaza de la parte social de organizar nuevas movilizaciones -sin descartar la posibilidad de convocar una huelga- para exigir la equiparación salarial.
La palabra «decepción» fue la más utilizada ayer por los portavoces sindicales que confesaban habían acudido a la reunión, «pensando que las posturas entre nosotros y el IB-Salut no estaban muy lejos», según explicó Miguel Àngel Romero (UGT), presidente del comité de empresa de la Fundació Son Llàtzer.
Las principales discrepancias hacen referencia a los plazos de ejecución de la homologación; la homogeneización de los conceptos retributivos -los sindicatos hablan de régimen estatutario de personal, y la Administración, de convenio marco-; y de aprovechar las condiciones más ventajosas ya existentes, tanto salariales como laborales, en ambas fundaciones.