J.M.AGUILÓ/T.LIMONGI
Los vecinos de la calle Blanquerna tienen opiniones contrastadas
sobre la posible despeatonalización de uno de sus tramos. Muchos
comerciantes de la zona consideran que fomentar la ausencia de
coches no ha sido la mejor solución, aunque son mayoría los
residentes de la barriada que aplauden la obra. Según algunos de
los encuestados, la solución de instalar un carril lateral no es la
más idónea, ya que ello supone un serio problema para los numerosos
niños que juegan en la zona, que pueden ver amenazada su seguridad.
Algunos comerciantes opinan, por otra parte, que son precisamente
los menores de edad quienes rompen las cristaleras de las tiendas,
y que prefieren la calle abierta al tráfico, donde «hay más vida
comercial». Para algunos de estos detractores de la peatonalización
un carril lateral tampoco es una solución «óptima», ya que los
coches pasarían «demasiado cerca» de los comercios.
Un sector del vecindario está encantado con el actual tramo peatonalizado, ya que la zona es «mucho más tranquila» y los paseos más agradables. Por otra parte, los vecinos que viven en las proximidades de la calle Blanquerna, o en la misma vía, se reunieron anteayer y ayer para mostrar su apoyo a la decisión del Ajuntament de Palma de mantener la peatonalización parcial de un tramo de dicha calle.
En principio está previsto que entreguen entre 600 y 700 firmas en el Registre de Cort pidiendo que se mantenga la peatonalización. De este modo, los vecinos rechazarán la posición de aquellos comercios que preferirían que la calle Blanquerna fuese totalmente abierta al tráfico. Un portavoz de los vecinos reunidos en estos dos últimos días indicó que en los últimos meses «se ha ganado un espacio para que los niños puedan jugar y para que las personas mayores puedan descansar y charlar, y no estamos dispuestos a renunciar a ello», dijo. En cualquier caso, parece ser que la polémica sobre la peatonalización parcial continuará todavía en las próximas semanas, sea cual sea el efecto de las firmas entregadas.