Más de cinco mil personas acudieron ayer por la mañana al Circuit Municipal de Ca l'Ardiaca para asistir a la IV Diada Tot Terreny 4x4-Quads, que congregó a cerca de un centenar de vehículos, según los organizadores del evento, 1/2 Milla Sport Club. En total fueron alrededor de dos kilómetros de barro, grandes charcos y piedras los que tuvieron que sortear los potentes vehículos, de inscripción libre, previo pago de tres euros. Una oportunidad de excepción para los usuarios de estos automóviles con vocación de aventura, cuya moda ha acarreado un auténtico boom de ventas a lo largo de los últimos seis años.
Y es que difícilmente en Mallorca pueden encontrar un circuito como el que brindan estos terrenos, con pendientes de hasta más de treinta grados, y que pusieron en aprietos a más de uno ante la expectación y los aplausos de un numeroso público de todas las edades, que se congregó en Ca l'Ardiaca. Las pistas de tierra, convertidas en auténticos lodazales por la lluvia caída, tiñeron de marrón las carrocerías de los habituales vehículos Land Rover en sus distintas versiones junto a los Mitsubishi Montero, Nissan Patrol, Suzuki Samurai o Vitara, Chrysler Cherokee, Opel Frontera o incluso un genuino jeep estilo años 40, precursor de los actuales todoterreno.
«No se trata de competir, sino de una prueba popular que no tiene un carácter deportivo. Los participantes no tienen licencia federativa y en caso de lesiones se harán cargo de la propia asistencia. Asimismo, la entrada al circuito es libre y bajo la responsabilidad de cada participante», indicó Pep Quetglas, presidente del comité organizador. Los vehículos son con frecuencia segundos coches y algunos alcanzan la edad de quince años. El equipamiento y potencia (que oscila entre 90 y 150 C.V.) varía según las marcas y modelos o los detalles personales que cada cual quiera añadir, pero las versiones más asequibles rondan los doce mil euros y las más caras pueden alcanzar los sesenta mil.
Gabriel Alomar