La empresa británica Probus, representada en Mallorca por Lars Magnusson, ha alcanzado un principio de acuerdo con un grupo de empresarios españoles y japoneses para vender el 100 por cien de la propiedad del Casino de Mallorca, por una cantidad que todavía no ha trascendido. La operación está pendiente de una auditoría para evaluar la situación financiera de la entidad y del prescriptivo permiso de la Conselleria d'Interior del Govern balear, según informó el director del complejo, Javier Blasco, quien pese a ello dio la compra-venta como segura. El grupo de compradores está liderado por el abogado madrileño Miguel Ortiz Cañavete, quien también tiene intereses en negocios inmobiliarios, de importación y exportación, alimentación y juego. En esta operación participará junto con un grupo de empresarios japoneses y la empresa española del sector del juego EGASA.
Los compradores han transmitido a la actual propiedad que cuentan con los 135 empleados del complejo y han asegurado que tienen la intención de potenciar su actividad una vez suscriban la operación de compra, según aseguró el director del Casino de Mallorca. El grupo de empresarios está tratando de conseguir nuevos casinos en España desde hace unos años y, de hecho, se presentaron al concurso para conseguir la explotación del casino en Menorca, aunque quedaron segundos. El grupo de empresas sí ganó el concurso para la explotación del casino de Bilbao.
De confirmarse, esta operación supondrá el final de los continuos rumores de la venta de este complejo, que ocupa una superficie de 50.000 metros cuadrados, 13.000 de ellos construidos en el municipio de Calvià. En septiembe de 2002 la sala Paladium del Casino cerró sus puertas por primera vez desde 1987 debido al bajón de demanda que en ese momento se imputó a la crisis del 11-S. Esta circunstancia permitió al propietario del restaurante espectáculo Son Amar, Damià Seguí, firmar un contrato de alquiler con la propiedad del Casino de Mallorca para hacerse cargo de la explotación de la sala de fiestas, contrato que todavía sigue en vigor. La empresa no ha comunicado cómo afectará la operación de compra-venta en este particular. Actualmente, la empresa británica Probus, propietaria del Casino de Mallorca desde hace cuatro años, explota directamente las salas de juego, los bares y los restaurantes.