Alrededor de 12.000 personas participaron ayer en la XXVI Diada Ciclista de Sant Sebastià, un encuentro en el que se cumplieron las previsiones de asistencia y se sumaron otros dos «ingredientes» no previstos por la organización: el carácter reivindicativo de más de quinientos vecinos de es Secar de la Real y Son Sardina contra la futura urbanización de es Secar de la Real, la construcción en sus cercanías del nuevo Son Dureta y del segundo cinturón, y la lluvia en la fase final de la entrega de premios.
Quince minutos antes del comienzo de la Diada, centenares de personas llenaban la Plaça de Cort y Santa Eulàlia. Los concejales Àlvaro Gijón (con su hijo Adrián, de nueve años) y Rafael Durán abandonaban Cort para integrarse en el grupo de salida, que a las 12.00 partió de Santa Eulàlia tras el «beneplácito» de Catalina Cirer, alcaldesa de Palma, que cortó la cinta acompañada de Jaume Matas, presidente del Govern balear, y Toni Roig, portavoz socialista en Cort.
Más de una hora tardaron todos los asistentes en iniciar la carrera (5 Km. de recorrido), y todos pasaron con sus bicicletas ante las autoridades, situadas en Santa Eulàlia. Aunque la jornada transcurrió sin incidentes graves (a una mujer le robaron su bicicleta en la Plaça de Cort), decenas de manifestantes hicieron mostraron su descontento con las autoridades por la actual política territorial. Tal es el caso de los más de 500 vecinos de Sant Bernat de la Real, es Secar de la Real y Son Sardina, que portaron carteles en los que se leía «No al hospital», «Prou d'especulacions» y «No al segon cinturó», además de leerse alguna reseña contra las medidas del Govern sobre el catalán en materia educativa.
Mercedes Azagra