La medida de protesta contra la nueva política lingüística lanzada por el Govern balear se repetirá, en principio, el próximo domingo, día 25 (exámenes nivel A y D), y el sábado 31 (exámenes nivel B y E). A la medida no se sumaron, sin embargo, ni Eivissa ni Manacor, sedes a las que la Junta de Palma les comunicó con retraso la propuesta. El conseller de Cultura, Francesc Fiol, afirmó que «en base al decreto de mínimos, es perfectamente lógico que un alumno que aprueba Secundaria obtenga el nivel C de catalán, al tiempo que aseguró que no ve razón por la cual el alumno se tenga que volver a examinar». En cuanto a la posible reacción del Govern, del que depende la Junta Avaluadora, «se tiene que meditar con calma», dijo Fiol.
Fue a las diez y media de la mañana cuando se reunió en asamblea la Junta Avaluadora de Català para comentar y firmar un manifiesto en contra de la política lingüística del Govern preparado con anterioridad por algunos miembros de la misma. Entonces surgió la idea de aprobar a todos los presentes con la nota máxima, sin corregir ni un examen. Asimismo, los convocados a la prueba de catalán sólo llegaron a realizar el examen escrito, no así el oral.
El manifiesto, ratificado por unas 120 firmas, dice: «Los colaboradores de la Junta Avaluadora de Català queremos hacer pública nuestra preocupación por la consecuencias negativas que tendrá para la población de las Islas la política lingüística impulsada por el Govern del PP y su actitud en relación al proceso de normalización lingüística... Generalizar ahora una equivalencia con el nivel C a todos los alumnos que acaban 4º de ESO es querer establecer por decreto que se ha llegado al estado óptimo en relación con el nivel de lengua catalana que todos los alumnos deberían tener al acabar este periodo. Esto, desgraciadamente, no es verdad, y con la reducción del catalán como lengua vehicular todavía será más difícil conseguirlo».