La moratoria urbanística en Mallorca y el estancamiento económico global en Balears ha propiciado que durante el año pasado se visaran en el archipiélago un total de 7.387 proyectos de nuevas viviendas, un 29 por ciento menos que en 2002, porcentaje de caída similar al registrado en 2002 (25'74 por ciento), según datos provisionales del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (COAIB). La entidad indica que la reducción de la actividad constructora ha sido menor a la de los proyectos visados ya que la norma cautelar no afectó a los edificios unifamiliares, así como por el incremento de la rehabilitación y obra pública.
Pese a ello, la Asociación de Constructores de Balears ha cifrado en un 20 por ciento la caída de facturación media entre sus 800 empresas asociadas, según una estimación provisional, mientras que los promotores no se han visto afectados en lo mismos términos al estar sujetos a un ciclo económico más largo. Las promociones inmobiliarias tienen una «vida media» de tres años.
El presidente de la Asociación de Promotores, Gabriel Oliver, afirmó que los empresarios agotaron el año pasado el «stock» de licencias concedidas con anterioridad a la entrada en vigor de las normas cautelares, por lo que la «crisis real» se hubiera producido durante este año, en caso de no levantarse la moratoria.
Las patronales del sector afirman que el levantamiento de la moratoria en Mallorca y la aprobación de los plantes territoriales generará una «tranquilidad jurídica absoluta», aunque advierten que la recuperación de la actividad no se producirá hasta dentro de un año.
Cabe recordar que el Producto Interior Bruto sectorial de la construcción registró en 2003 una tasa negativa del 0'3 por ciento según la Cámara de Comercio, de un 0'2 por ciento según la CAEB y aumentó un 1'6 por ciento según el Govern.
Gabriel Oliver indicó que una vez solventada la inseguridad jurídica, los nuevos «factores limitativos» de la actividad serán el incremento del precio del suelo, que se ha multiplicado por seis o por siete en los últimos cinco años, así como el aumento de los costes de producción y de la fiscalidad.
Los promotores afirman que los incrementos de estos factores han provocado que entre el 60 y el 70 por ciento de la demanda balear no tenga posibilidad de acceder a la vivienda, lo que a su vez supone un problema para los empresarios ya que no pueden vender su producto. La patronal recuerda que los precios están aumentando a razón de un 15 por ciento anual, frente al 3 por ciento de los salarios.