Varios miles de personas llegados de todos los puntos de la Isla, se dieron cita anoche en sa Pobla, para dar la bienvenida a Sant Antoni.
El frío no fue un obstáculo para que la Nit Bruixa poblera se convirtiera en una auténtica fiesta donde no faltó el fuego, el humo, las espinagades, las gloses y tonades que llenaron las calles de este municipio.
Durante todo el día de ayer los poblers trabajaron y ultimaron los detalles para que todo estuviera a punto para la gran fiesta de Sant Antoni, que goza de una tradición ancestral.
Cerca de 200 foguerons se repartieron por las calles del pueblo alrededor de los cuales vecinos, amigos y familiares se reunieron para festejar una de las revetles más concurrida de los últimos años.
Tampoco faltaron las espinagades de llom amb col, anguiles, las coques de pebre o de verdura. Un año más las diferentes autoridades políticas quisieron acompañar a los poblers y compartir la alegría de la fiesta.
Entre ellos, estuvo el president del Govern de les Illes Balears, Jaume Matas; la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs; la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar; el presidente del Parlament, Pere Rotger; el delegado del Gobierno, Miquel Ramis; además del conseller de Medi Ambient y ex alcalde de sa Pobla, Jaume Font; Mabel Cabrer, consellera d'Obres Públiques, y Margalida Moner, consellera de Agricultura. Todas las autoridades fueron recibidas por el alcalde de sa Pobla, Antoni Serra, y el resto del consistorio municipal.
Fiel a la tradición, a primera hora de la mañana comenzó la fiesta para los más jóvenes del municipio que acompañados de la banda de cornetas de la Cofradía de Sant Antoni fueron a buscar eLlebre, es decir, la leña para las hogueras de la parroquia y el Ajuntament.