El comercio balear espera vender productos a razón de 120 euros por cliente y alcanzar un volumen de facturación por encima de los 45 millones de euros durante los dos próximos meses de rebajas de invierno, que empezaron ayer, según informaron las patronales del sector, Pimeco y Afedeco. Tanto el pequeño comercio como las grandes superficies confirmaron que el primer día de rebajas se saldó con un mayor afluencia de clientes y un incremento de las ventas sobre el año anterior.
El inicio de las rebajas se ha caracterizado por la aplicación por parte de los empresarios de una política de ofertas «más agresiva» que en años anteriores, con descuentos de hasta el 40 y el 50 por ciento en el primer día de rebajas. Esta circunstancia se debe al incremento de los niveles de «stock» de los comerciantes, productos que no se han podido vender durante la temporada a causa de «crisis del consumo interno», según explican desde las patronal Pimeco. Esta situación, según indican los comerciantes, ha generado un aumento del género en exposición y también de los descuentos aplicados sobre el año anterior.
Los empresarios recuerdan en este sentido que las rebajas tienen como objetivo liquidar las existencias por cambio de temporada, por lo que solicitan al Govern que promulgue una normativa que clarifique las diferencias entre rebajas, promociones y ofertas, ya que el artículo de la Ley de comercio balear que lo regulaba fue impugnado por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional.
Por su parte, las grandes superficies pertenecientes a la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) esperan un incremento de ventas del 8 por ciento durante las rebajas de invierno sobre el año anterior. Este dato, no obstante, corresponde a una estimación a nivel nacional y los propios directivos de estas empresas en el archipiélago la califican de «excesivamente optimista».