Recién llegada de la tierra de Letizia Ortiz, y con el sabor del
turrón hecho por mamá en las papilas gustativas, fui la primera en
caer. Cuando leí, en la portada de Ultima Hora de ayer, que la Fira
del Ram se trasladaba al Born de Palma pensé que la corporación
municipal en pleno había enloquecido. Pero no era cierto. Se
trataba de la inocentada de este periódico para el 28 de
diciembre.
Como la actividad cultural en la ciudad no es para tirar cohetes, y
el cartel de la revetlla de Sant Sebastià resulta más bien flojito,
me parecía de lo más natural que los munícipes optaran por la vía
populista y el divertimento sin complicaciones, pan y circo, que
dirían los romanos, caballitos y norias, que no necesitan un gran
esfuerzo mental a la hora de programar. Juro que la noticia me
impactó, los pelos se me pusieron como escarpias y comencé a rugir
cual leona del paseo. Pero calma, es Born continúa como siempre y
en un día tan desapacible como el de ayer pocos fueron los que se
atrevieron a transitarlo.
Lo que ya no creí fue la noticia inocentada del «Diari de Balears»
sobre que el famoso arquitecto Frank Ghery dejaría su impronta en
la Isla con dos edificios emblemáticos, el Palacio de Congresos y
el recinto ferial. En una Mallorca que carece de arquitectura
contemporánea y en la que el edificio de Ferragut para GESA va a
saltar por los aires, resulta difícil creer que, tras años de
retraso, nos pongamos al día con tanta donosura y glamour
arquitectónico. Fue un buen intento, pero no lo suficiente para
mentes escépticas como la mía. También en Eivissa Ultima Hora quiso
jugar al Día de los Inocentes con sus lectores. Nuestros compañeros
de las Pitiüses contaron una bomba informativa en el terreno
cultural, la aparición de un templo fenicio-púnico en la Avenida de
España.
En Menorca no hubo inocentada porque allí, según la tradición
inglesa, estas bromas se hacen el 1 de abril.
Mariana Díaz