El cierre de las oficinas del Servei d'Ocupació de les Illes Balears (SOIB) el pasado día 24, a pesar de que no se trataba de un día festivo, provocó el malestar de varios ciudadanos que se habían dirigido hasta la oficina ubicada en la Porta des Camp con el objetivo de tramitar alguna de sus prestaciones. Los ciudadanos afectados por este cierre estaban indignados porque, en un día laborable, estas oficinas estuvieran cerradas, por lo que permanecieron por espacio de unos minutos en la puerta del SOIB para mostrar su protesta.
Un portavoz de la Conselleria de Treball, de la que depende el SOIB, explicó que las oficinas estaban cerradas dado que los funcionarios del Govern no trabajan ni el 24 ni el 31 de diciembre, a pesar de que estos días no están considerados festivos en el calendario laboral del Govern. En la misma situación se encuentran los funcionarios del Ajuntament de Palma, del Consell y de la Administración del Estado en las Islas.
Durante el día 24 únicamente permanecía en activo un servicio del guardia del Ejecutivo, concentrado en las oficinas del registro, para que los ciudadanos pudieran registrar aquellos documentos en los que era esencial cumplir los plazos. El resto permanecía cerrado.
El anterior Govern del Pacte de Progrés trató de suprimir este antiguo privilegio de los funcionarios en la pasada legislatura en el año 2000, ya que coincidió que 24 y 31 caían en domingo. El entonces conseller d'Interior, Josep Maria Costa, basó su decisión en que el decreto que regula la concesión de vacaciones y días libres en las Islas no prevé estos dos festivos. Los sindicatos querían que el Govern les diera dos días más de asuntos propios dado que caían en domingo, pero el Govern se negó.
La decisión del conseller provocó una protesta de los funcionarios, que aseguraron que no era un privilegio, sino una prerrogativa. Los trabajadores de la Administración autonómica llegaron a convocar concentraciones contra esta medida.