La enfermedad celíaca es una enfermedad poco conocida aunque se calcula que afecta a una de cada 220 personas. La variedad de síntomas que presenta hace que su diagnóstico sea difícil y «con bastante frecuencia se achaque a otras patologías», aseguró la presidenta de la Asociación de Enfermos celíacos de Mallorca, María Dulce García, en el IV congreso sobre esta enfermedad que fue inaugurado ayer por la consellera de Salut, Aina Castillo, en el Colegio La Salle.
«Se suele disfrazar con la anemia, dolores abdominales, osteoporosis o cirrosis. Sin embargo se trata de una incapacidad para ingerir gluten, sustancia que provoca una lesión en las vellosidades del intestino delgado que le incapacita para absorver los nutrientes de los alimentos ingeridos».
La presidenta de la asociación que representa a estos enfermos reclama un mayor esfuerzo en el diagnóstico y denuncia que «los propios médicos de cabecera o pediatras ignoran la existencia de esta enfermedad. Son varios los miembros de nuestra sociedad que durante años han sido víctimas de diagnósticos equivocados a pesar de que con un simple análisis de sangre ya es posible observar indicios de esta enfermedad», dijo María Dulce.
Por otra parte, la Asociación de Enfermos Celíacos exige que la legislación obligue a los fabricantes a indicar si los alimentos tienen gluten, obligación que en estos momentos no existe. Son los miembros de la asociación, en colaboración con algunos fabricantes, los que realizan el control.
María Dulce recuerda a los fabricantes la importancia que tiene para este colectivo informar al consumidor sobre la presencia de gluten y pide que la Administración realice un control analítico para la detección de este producto en algunos productos que, en principio, se venden como exentos del mismo.
Asimismo, piden que se establezca una ayuda económica para la compra de los alimentos libres de gluten «ya que muchas veces doblan el precio de los productos con gluten».