Científicos integrados en el proyecto europeo Epidemie, en el que entidades de seis países analizan la expansión de plantas invasoras en islas mediterráneas, detectaron en Balears unas 200 especies alóctonas o exóticas, entre las que alertaron especialmente contra las conocidas como «patata frita». El Institut Mediterrani d'Estudis Avançats (Imedea) participa en la iniciativa con un equipo de trabajo que ha estudiado la situación en Mallorca y Menorca bajo la dirección de Anna Traveset, para quien las variedades de «carpobrotus» o «patata frita» deberían declararse plaga y prohibirse.
«Es absurdo que aún se permita la entrada en el archipiélago no sólo del 'carpobrotus', sino también de todas esas plantas invasoras. Es absurdo que todavía muchas rotondas de las carreteras en Baleares estén plantadas con 'carpobrotus' o que especies invasoras formen parte del séquito de plantas ornamentales que podemos encontrar en jardines públicos», aseguró la investigadora. Entre las más de doscientas especies exóticas localizadas en las Islas las hay de procedencia africana, de América y de Asia, son mayoritariamente plantas empleadas en ornamentación y son consideradas por muchos científicos como una de las principales amenazas para la biodiversidad y un peligro potencial de plagas con sus consecuencias económicas.
Este trabajo de detección ha puesto de manifiesto que las plantas foráneas se han introducido también a partir de su cultivo y ha demostrado también que ratas y conejos resultan muy útiles para la expansión de las «carpobrotus», cuyas semillas son muy pequeñas y «sobreviven» al tracto digestivo de estos animales.