La presidenta de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (ALCER) de Illes Balears, Manuela de la Vega, ha denunciado que, en 2003, se han tenido que «enviar ocho riñones fuera de las Islas por la falta de patólogos de guardia en el hospital Son Dureta». De la Vega sostiene que «es una lástima» que Balears sea una de las comunidades autónomas en las que «más gente esté mentalizada para donar órganos» y que, al mismo tiempo, «algunas donaciones no puedan efectuarse a pacientes de las Islas porque faltan los técnicos necesarios» para realizar el estudio anatomicopatológico «especialmente si la donación se produce en fin de semana». Durante el año 2003 se han producido 28 donaciones de órganos en la Islas, 25 de la cuales se han realizado en el hospital de Son Dureta y el resto en el hospital de Can Misses de Eivissa. Entre el 1 de enero y el 7 de noviembre de este año se han llevado a cabo en Son Dureta 33 trasplantes renales. Y, tal y como explicó el jueves el doctor Julio Velazco, coordinador del equipo de trasplantes de Son Dureta, «22 riñones no han sido implantados» en el propio hospital universitario de Palma.
Manuela de la Vela insiste en la necesidad de «conseguir que el esfuerzo que hacemos desde ALCER», de aumentar las donaciones, «se vea compensando por una buena coordinación médica» y apostilla que «naturalmente sabemos que estos ocho riñones no se han desperdiciado sino que se han enviado a la Península» y apostilla que lo más «lógico» sería que se pudieran aprovechar los órganos para los enfermos de las Islas, aunque siempre siendo solidarios con el resto de las comunidades autónomas del Estado español.