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La instalación de los cables con Eivissa y la Península durará al menos tres años

Conferencia de Peter Christensen, experto mundial en enlaces eléctricos

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La instalación de los dos enlaces eléctricos de Mallorca con la Península y Eivissa puede durar tres años con el solapamiento de un año entre ambas obras. Por separado, la instalación de uno de los cables puede alargarse durante dos años. Éste es el cálculo efectuado por Peter Wibek Christensen, ingeniero y manager de la empresa NVE HVDC-Group, consultora danesa independiente que proporciona servicios de ingeniería de instalaciones de corriente continua en alta tensión en todo el mundo. Christensen, experto mundial en enlaces eléctricos submarinos, pronunció ayer una conferencia en el Col·legi d'Enginyers Industrials sobre el caso balear, que estudia desde 1998. Entre otros, es el responsable de los cables que enlazan Alemania con Dinamarca y Suecia, que en su momento fueron los más largos del mundo.

El experto destacó la fiabilidad de los enlaces eléctricos submarinos de última tecnología, «con un riesgo de avería muy limitado», y su especial resistencia. Las estaciones de conversión de la potencia recibida por el cable, 300 megavatios, no tendrán una superficie superior a los 1.600 metros cuadrados y, según Christensen, «son de fácil integración en el entorno». Cabe recordar que se ha elegido Santa Ponça como punto de conexión con los dos enlaces. Cada uno de ellos constará de dos cables de corriente continua, lo que reduce el campo magnético a casi cero.

Christensen considera que «la mejor opción para conectar Balears a la Península era, en principio, un enlace directo entre el continente (concretamente, con la localidad alicantina de Benejama como extremo), Eivissa y Mallorca. Sin embargo, ello obligaba a instalar un tendido aéreo de 60 kilómetros de longitud entre Benejama y la costa. Por otra parte, la red valenciana está un tanto saturada y podría tener problemas de capacidad para suministrar potencia eléctrica suficiente al cable con Balears. Por ello se está manejando como opción más probable un enlace entre Vandellós, en Tarragona, con Mallorca y otro entre ésta y Eivissa». En todo caso, el experto indica que «habrá que estudiar con detalle la batimetría del fondo marino entre Balears y la Península, que en algunas zonas llega a los mil metros de profundidad». Para Christensen, «el gasoducto es positivo como suministror de gas natural, combustible para las centrales eléctricas y uso doméstico, pero el cable es necesario porque rompe el aislamiento, garantiza la calidad del servicio y regula la tensión y la frecuencia».

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