Los funcionarios de Balears han iniciado movilizaciones para exigir al Gobierno que pague a todos los trabajadores públicos de las Islas el mismo plus de residencia que perciben ahora sus compañeros de Canarias. El objetivo de los sindicatos es que los funcionarios de Mallorca cobren lo mismo que los trabajadores de Tenerife y Gran Canaria, y también se exige que los empleados públicos de Menorca, Eivissa y Formentera ingresen a partir del próximo año la misma cantidad que perciben ahora los trabajadores de las islas menores del archipiélago canario. Sin embargo, la propuesta del Gobierno es que los funcionarios de Menorca, Eivissa y Formentera cobren el mismo plus que sus compañeros de Gran Canaria y Tenerife, pero quedan fuera de estos cambios los trabajadores con residencia en Mallorca. En la actualidad, los funcionarios de Balears cobran el mismo plus que los empleados públicos de Vall d'Aran. Parece, por lo tanto, una reivindicación justa que debería alterar los planes del Gobierno. En plena campaña electoral, Javier Arenas vino a Palma para apoyar a Matas y prometió, sin condiciones, que los funcionarios de Balears cobrarían a partir del año 2004 el mismo plus que cobran actualmente sus compañeros canarios. Arenas no matizó su propuesta y tampoco dijo que se aplazaría un año el incremento del plus para los funcionarios con residencia en Mallorca. No parece ni lógico ni presentable que actualmente los funcionarios de Mallorca cobren el mismo plus que sus compañeros de Vall d'Aran. Y no estamos hablando de cifras económicas pequeñas. Algunos funcionarios pueden perder hasta 400 euros al mes por estas discriminaciones salariales. Sólo queda una salida posible: que el Gobierno cumpla la promesa electoral que hizo Arenas. Y sin excusas.
El plus de insularidad, una reclamación justa