El conseller d'Educació i Cultura, Francesc Fiol, reconoció ayer que el Govern todavía no tiene claro cómo compatibilizar la aplicación de la Ley de Normalització Lingüística en las escuelas con el decreto que desarrolla la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza que obliga a un mínimo de cuatro horas de lengua castellana en los currículos. En respuesta a una pregunta que, en este sentido, le planteó la diputada Margalida Rosselló, del grupo parlamentario de EU-EV, Fiol aseveró que «la intención del Govern es, lógicamente, cumplir con ambas leyes» que, consideró, «no se contradicen».
Pero, confesó, «es cierto que, en este caso, existen dificultades operativas, y el tema está siendo sometido a una evaluación». La decisión debe estar tomada antes del próximo curso pues, según se aclaró, «el decreto deberá empezar a aplicarse en primaria a partir del curso 2004-05, aunque se dan cinco años para su total desarrollo».
Según planteó Rosselló, una de las salidas, «aunque desaconsejable desde el punto de vista pedagógico», será aumentar la carga lectiva de los escolares, para que se impartan cuatro horas de castellano, como exige la LOCE, y otras cuatro de catalán, para poder cumplir con la LNL, que establece que la enseñanza de la lengua catalana será como mínimo igual a la de la lengua castellana.