Impresionantes, brillantes, cromadas, restauradas, bellas y un sinfín de hermosos calificativos se podían aplicar a las motos que estuvieron expuestas ayer en Manacor con motivo de la primera Fira de sa Moto. La iniciativa contó con la presencia de más de 10.000 personas. Los amantes del motor pudieron contemplar toda clase de modelos, unas 600 motos desde las más antiguas hasta las más actuales. Las antiguas y clásicas restauradas atrajeron a personas de distintas generaciones: los abuelos explicaban a sus nietos que ésta o aquella era la moto que siempre habían soñado, algunos padres comentaban que aquella era la moto de su abuelo, tío o hermano, y no faltaron anécdotas sobre uno u otro modelo.
Entre las motos antiguas restauradas cabe señalar la presencia de la Sunbeam de 1912, de una Douglas de principios de siglo y de una BSA de 1924. Todas impecables. Entre las clásicas, no faltaron las marcas españolas Montesa, Bultaco y Derby, que hicieron furor entre los años 50 y 70. Tampoco podía faltar la única marca fabricada en Mallorca, la Colomet, cuyo modelo expuesto databa de 1954. La histórica Guzzi 65, la Bultaco Metralla, la Velocette de los años 1926 y 1938, entre otros modelos, fueron muy admiradas.
Las también míticas Harley Davidson crearon una gran expectación. En Manacor pudo verse una gran gama de estas motos que siempre traen a la memoria las historias del Bronx, las cazadoras de cuero, las insignias y los roqueros que nunca mueren.
Margalida Fuster