Los empresarios del sector hotelero de Balears afrontan la temporada de invierno reduciendo las partidas asignadas a reformas de los establecimientos y reajustando al mínimo sus respectivas plantillas para hacer frente a la peor temporada en niveles de rentabilidad de los últimos quince años. Los directivos de la patronal hotelera, entre ellos su vicepresidente Ignaci Esteve, explican que desde 1990 no conocían una situación similar debido a la reducción en el número de estancias, la bajada generalizada de precios y el aumento de los costes fijos de las empresas.
Por ello, muchos establecimientos han cerrado sus puertas exhibiendo números rojos. Según la Federación Hotelera de Mallorca y la Asociación de Cadenas Hoteleras las estancias hoteleras acumuladas hasta septiembre registran unos descensos de entre el 6 y el 10 por ciento con respecto a 2002. Esos porcentajes descienden todavía más en algunas zonas concretas, como Cala Millor y Cala Rajada, hasta situarse en el 15 por ciento.
Los empresarios insisten en que pese a la reducción de pernoctaciones y precios, las empresas hoteleras han tenido que afrontar incrementos de sus costes fijos por personal de entre el 5 y el 5,5 por ciento anual en la última década. Por ello, las dificultades de algunos hoteleros para cuadrar sus cuentas en diciembre serán importantes, afirman. El sector de alojamiento balear no recuerda una situación de atonía económica desde la Guerra del Golfo, e inciden en que, incluso, la de ahora es más grave que la de hace diez años.