El conseller de Turisme, Joan Flaquer, y su antecesor en el cargo, Celestí Alomar, volvieron a echarse ayer por cara sus actuaciones y se descalificaron mutuamente durante el debate de una interpelación parlamentaria sobre la financiación de los proyectos de mejora de las zonas turísticas tras la supresión de la ecotasa.
El debate se produjo dos días después de la celebración de ABTA, la convención de los mayoristas británicos que el conseller Flaquer consideró muy positiva y por la que fue felicitado por el PP a través de Joan Fageda, que calificó de «magnífica y brillante» su organización. Alomar recordó que esta cita se concretó hace un año.
El ex conseller dijo a Flaquer que los mayoristas ingleses y alemanes «le han perdido el respeto y encima usted agacha la cabeza».
Para Alomar, lo que ya «colma el vaso» es que los operadores ingleses propongan crear un fondo para «decidir donde se tiene que invertir».Según el diputado socialista, el único mensaje que lanzan los mayoristas es que «hay que bajar precios» y en ampliar la fórmula del «todo incluido».
Flaquer le replicó que la situación que él dejó fue «dramática» para el turismo y que no le podía pedir que en cuatro meses la resolviera. Dijo que ahora hay confianza y le recordó que él tardó «dos años» en «dar con una solución tan poco original como crear un impuesto».
Además le echó en cara que hubiera gastado «millones» en estudios y asesorías e indicó que el actual Ejecutivo aún no había gastado nada en informes externos.
La sesión plenaria de ayer también incluía preguntas del PP y el PSOE al conseller.
Las del PP sirvieron para que Flaquer contrapusiese la situación actual con la etapa del Pacte. Dijo que, por ejemplo, se va a recuperar el programa Un Invierno en Mallorca (surprimido por Alomar) que, colaborando con el Fomento de Turismo, se utilizaba para luchar contra la desestacionalización. El PSOE trató sin éxito que el Govern concretase si había pedido una cantidad fija a las entidades financieras para el fondo turístico.