El día de las Vírgenes se celebró también en numerosos centros escolares de Mallorca. Unos lo hicieron ayer, otros lo habían festejado en la víspera, y otros lo pospusieron para el 31 de los corrientes para disfrutarlo conjuntamente con el Halloween. El director del Instituto donde se había decidido unificar dichas efemérides nos explicó «que si unimos ambas fiestas no es porque tengan que ver una con otra, lo hacemos para no estar de fiesta tan a menudo». Los más pequeños del colegio Sagrat Cor, de Palma, se sumaron a la fiesta de las Verges. Fue ayer por la tarde. Y fue una fiesta un tanto especial y dentro de lo que da de si la fiesta, muy didáctica, pues en la clase les enseñaron a hacer buñuelos. En primer lugar les enumeraron los ingredientes que se precisan para hacerlos y a continuación les facilitaron la receta, que luego, finalizada la clase, se llevaron a casa. Y entre risas y bromas, se condimentaron unos buñuelos riquísimos que se comieron en un pis pas... aunque dejaron algunos -bastantes- para cuando sus papis, sus mamis o abuelos fueran a buscarlos, invitarles. Las propias profesoras del colegio Sagrat Cor hicieron los buñuelos ante la atenta mirada de los más pequeños.
Fue una tarde muy divertida y festiva. Lo cierto es que a todos le encantaron los buñuelos recién hechos y también a los abuelos, ya que de una u otra manera fueron homenajeados por sus nietos, agradeciendo éstos la cantidad de veces que cuidan de ellos mientras sus padres trabajan. Pero también hubo claveles. Es lo que manda la tradición ¿no? Ellas, en tal día como ése, les dan a ellos buñuelos y vino dulce, y mientras ellos, a cambio, les entregan una rosa o un clavel. La tradición dice que entre los jovenes se regalan claveles, puesto que la rosa es la preferida entre la gente mayor, por aquello del romaticismo. Pero lo cierto es que ayer, como en el Sagrat Cor las rosas eran más bellas que los claveles, entregaron rosas.
P. Prieto