Francesc Antich enmudeció ayer y, con él la mayoría de dirigentes del PSOE balear, tras revelar Ultima Hora que el secretario federal del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, le había ofrecido encabezar la candidatura socialista por las Islas en las elecciones generales de marzo.
Pocas fueron las voces que se atrevieron a comentar la situación y, todas ellas, en las primeras horas de la mañana. A partir del mediodía, y tras una reunión de coordinación del grupo parlamentario, a la que no asistió el ex president, el silencio fue total. En general, la situación de ayer era la siguiente: que haga lo que haga, ha quedado ya abierta la batalla por la sucesión. Tras la conmoción inicial, la tesis dominante entre los cargos era que Antich no se debe irse si bien, acto se seguido, se añadía que había que respetar su «decisión personal». Fuentes próximas al ex president balear explicaron que, decida lo que decida, tendría que convocar una rueda de prensa lo antes posible (posiblemente hoy) para «evitar que crezca la bola».
La de la exconsellera de Salut y diputada autonómica, Aina Salom, fue de las pocas que opinaron a micrófono abierto. Salom dijo en Ultima Hora-Radio que «yo, como amiga, le aconsejaría que hiciera lo que tenga que hacer». Según la ex consellera, si Antich encabezara la lista por Balears, eso no supondría su alejamiento de la política balear ya que tiene una gran capacidad de trabajo. En este sentido, recordó que Jaume Matas fue ministro sin dejar de liderar el PP balear.