Con siete meses de retraso sobre las previsiones del Ajuntament de Palma, el martes será inaugurada la primera fase de los aparcamientos subterráneos de Via Roma, por lo que los ciudadanos podrán observar, sin trabas de ningún tipo, el tramo de la muralla renacentista que las catas previas a las obras no localizaron, y que se descubrió durante las obras y que finalmente habrán servido, lo mismo que las consabidas «lluvias torrenciales», como excusa para justificar la imprevisión municipal. Igual suerte, el importante retraso, habrá sufrido la obra del aparcamiento subterráneo de Santa Pagesa, que aún no tiene fecha para la inauguración.
Según la planificación municipal y de los responsables de ambas construcciones, el aparcamiento de Vía Roma debía ser inaugurado en marzo o abril, lo mismo que el de Santa Pagesa, que oficialmente se había anunciado que se inauguraría en mayo, pero que extraoficialmente, y así fue publicado y no desmentido, el alcalde cortaría la cinta en marzo.
Como se ha demostrado, el retraso ha sido la pauta en ambas obras, a pesar de que distintos mensajes de los responsables municipales sobre el estado de los trabajos hacían aparecer en la prensa titulares tales como «las obras, a buen ritmo», aunque no se especificaba que ese ritmo era lento, para desespero de los contribuyentes.
Para aplacar las iras de la ciudadanía a causa de las múltiples molestias que las obras y la deficiente planificación de las mismas han venido ocasionando, el Ajuntament seguía anunciando plazos. Así se dijo que en abril ya se podría circular por la calzada de Vía Roma con toda normalidad, y que antes de agosto ya se podrían utilizar las instalaciones, lo que finalmente nada se ha cumplido.