J.T.B./TOMEU OBRADOR
Continúa la «tormenta política» y el cruce de acusaciones en torno
al caso del campo de polo de Campos. Es una historia con varios
frentes (políticos y urbanizadores) que, con toda seguridad,
centrará esta mañana la reunión habitual del Consell de Govern.
De hecho, algunas fuentes señalan que ya podría tenerse una primera referencia sobre el informe jurídico que debe echar luz sobre una situación que la consellera Mabel Cabrer calificó el miércoles de «incómoda».
Todo sigue siendo confuso a la espera de este informe y ayer el alcalde de Campos y diputado popular Andreu Prohens explicó que sabe que «hay otros inversores interesados en urbanizar y que estarían dispuestos a empezar desde cero y construir un campo de polo u otra cosa».
Sobre cómo afectaría al Ayuntamiento la retirada de la promotora inicial, recordó que ésta había pagado 50 millones de pesetas al Consistorio cuando se autorizó el proyecto. La oposición local de Campos ha pedido copia de este convenio urbanístico.
Prohens reiteró su «sorpresa» por las revelaciones del ex conseller Quetglas de que la promotora había sido indemnizada. Quetglas negó el carácter de «acuerdo secreto» de este pago, tesis en la que le acompañó el ex vicepresidente Pere Sampol.