Con los termómetros de Madrid rozando los treinta grados y el verano todavía en la lontananza, ayer abrió sus puertas la Semana Internacional de la Piel en Madrid. Un año más, las empresas peleteras de Balears son santo y seña de esta impresionante muestra, con cerca de 800 expositores de más de veinte países. En concreto, nuestra comunidad autónoma es una de las más representativas con cincuenta expositores en el apartado de «Modacalzado», y seis en «Iberpiel».
Lina Pons, de Calzados Ponti, de Alaior, es de las primeras que acudió a Madrid cuando la feria echó a andar hace diez años. «Para nosotros es una buena feria, nuestros clientes, principalmente los de España, repiten año tras año». El joven diseñador Jaume Cabrer ha acudido a la Semana de la Piel con algunas de sus patentes, que pronto exportará a Japón y a otros países asiáticos. Sus originales modelos han sido una de las sensaciones hasta el momento. «La idea es hacer cosas nuevas, no abundar en lo trillado, no copiar a nadie», afirma.
Tan bien le han ido las cosas que ayer, primer día de «Modacalzado», encontró un socio que le ha propuesto abrir una gran tienda en Mallorca. En el otro lado, Trini Florit, de Torres Saurina, se muestra pesimista, ya que se rumorea que el Govern ya no otorgará más subvenciones a partir del año que viene para acudir a esta feria. En cuanto a los representantes isleños en «Iberpiel», Cati Gelabert, de Tuent, reconoce que la piel «es más difícil de vender en esta temporada, después del verano». Miquel Vallorí, de Heitorn, empresa de Inca, esboza una mueca y dice: «Ven el domingo (día en que se clausura la feria) y entonces podré contarte cómo ha ido todo».
Iván Terrasa
(Madrid)