EMyotragus balearicus, la cabra endémica de Mallorca y Menorca que se extinguió entre el 3650 y el 2040 antes de Cristo, nunca fue domesticado, al contrario de lo que se creía hasta ahora. Ésta es una de las conclusiones del Congreso sobre la Evolución de Vertebrados Insulares, que ayer se cerró en Palma tras cuatro días de debates.
La tesis tradicional a partir de los hallazgos en la Cova de Muleta, de Sóller, en 1962 se referían a una larga convivencia entre eMyotragus y los primeros hombres llegados a Balears. Fruto de esta convivencia, se habría llegado a una domesticación del animal, aunque sin poder evitar su desaparición. Las investigaciones de William Waldren fijaban una convivencia entre humanos y Myotragus que habría durado entre 3.000 y 4.000 años.
Los más recientes estudios han cambiado radicalmente la tendencia. Pere Bover y Josep Antoni Alcover, ambos investigadores de Paleontología del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats, explicaron ayer que eMyotragus sólo habría convivido unas decenas o, a lo sumo, unos centenares de años con el hombre, quien habría llegado a las Islas entre después del 3000 y antes del 2040 antes de Cristo, pero no domesticó aMyotragus. Se limitó a capturarlo para alimentarse. En cualquier caso, la extinción de la cabra endémica continúa relacionada con la irrupción de la especie humana en Balears.