Habrá una reunión conjunta de todos los dirigentes socialistas de Baleares. Las tres ejecutivas (la del PSIB, la de Mallorca y la de Palma) se reunirán en los próximos días para analizar conjuntamente la situación del partido y pactar una tregua hasta después de las elecciones. Ese fue el mensaje que llevó anteayer Francesc Antich a la ejecutiva del partido, preocupado por la imagen de enfrentamiento que se ha suscitado a pocos días de la conferencia del partido en Palma. La Ejecutiva del PSIB se reunió coincidiendo con la apertura de un nuevo frente crítico: los coordinadores de la histórica corriente Izquierda Socialista (IS) se reunieron el lunes en la sede de la agrupación de Palma-Llevant y acordaron participar en la conferencia del próximo 4 de octubre con un documento crítico que refleje su estado de opinión.
«No nos gusta nada lo que está pasando en el PSOE», resumió ayer uno de sus coordinadores a Ultima Hora. En la reunión participaron, entre otros, Francisco García, Calixto Rebollo, Juliàn Parra y Franscisco Ferrer, quien explicó que desde meses antes de la pasada campaña electoral ya habían intentado convencer al secretario general del partido, Francesc Antich, que Antoni Roig no era un buen candidato para Palma. Izquierda Socialista, según Ferrer, cuestiona la continuidad de Roig («Ya tendría que haber dimitido») pero tampoco acepta que los actuales dirigentes de Mallorca (Carlos Aguilar y Francina Armengol) sean «la alternativa».
«Lo que hay que hacer es dar voz a las bases y dejarse de conspiraciones de gente que ha tenido cargos y son tan culpables como Roig», dijo. IS, que deja fuera a Antich de sus críticas a la dirección, defiende que de la conferencia de octubre debería salir «la renuncia de Roig, al menos de su cargo en la dirección de los socialistas de Palma». Casi a la misma hora en que IS acordaba reorganizarse como corriente y presentar su alternativa para «reclamar cambios profundos en el PSOE», Antich reunía a la Ejecutiva del PSIB tras haber participado antes en la ejecutiva federal.