Alrededor de 1.800 cruceristas de alto standing a bordo del célebre transatlántico británico Queen Elizabeth 2 vieron frustrada ayer su visita a Mallorca debido al fuerte viento reinante en el puerto de Palma. Tras vanos intentos de alcanzar el muelle con la ayuda de dos remolcadores, uno de ellos de salvamento oceánico y ante la atónita mirada de los pasajeros, su capitán decidió anular la escala para seguir su ruta rumbo a Gibraltar.
La operación de atraque del coloso de la Cunard Line dio comienzo a las 13:00 h., una vez que quedó desalojado el muelle de Poniente Sur. Allí se encuentra la estación marítima número uno destinada a los cruceros de prestigio, pero afectada ayer por unas fuertes rachas de viento del noreste. Era el atraque designado por la Autoritat Portuària en esta ocasión para un huésped de excepción que no se prodiga demasiado en Mallorca y que debía efectuar una estancia de 24 horas de duración, con una visita a la Fundació Pilar i Joan Miró.
Sobre las 13:30 h. la enorme mole deQueen Elizabeth 2 se encontraba ya en la bocana cuando un fuerte viento hizo detener su marcha hasta quedar atravesado a las ráfagas. Tras una espectacular virada en el interior de la dársena y vanos intentos de aproximación por espacio de una hora, abandonó el puerto.