La guerra de la leche va tomando nuevos derroteros. En su rueda de prensa de anteayer sobre el conflicto en el sector, resultó especialmente significativo que el conseller d'Agricultura, Tomàs Cortès, dedicara la mayor parte del tiempo a defender el trote como actividad alternativa a la crisis ganadera. Así, Cortès propugna que los payeses que abandonen sus explotaciones o quieran hacerlas más rentables se dediquen al cuidado de los caballos de trote, lo que les puede suponer más ingresos con un menor esfuerzo, y recordó que «en 4 años han cerrado 70 vaquerías en Mallorca».
Sobre esta cuestión, Joan Mas, coordinador de Unió de Pagesos, declaró ayer que «si Tomàs Cortès va a ser el conseller del trote, estamos arreglados. Si quiere sustituir la agricultura productiva por los caballos, definitivamente este conseller no nos conviene. A cada decisión que toma, más preocupación y más alarma está creando entre el sector primario. Es por ello que ya hemos pedido a Jaume Matas un cambio de rumbo en la Conselleria».
Por su parte, Biel Company, secretario general de Asaja-Balears, indicó que «nuestra organización ya ha apuntado en anteriores ocasiones las ventajas del ganado caballar. Calculamos que un payés puede cobrar más de 200 euros mensuales por cada caballo a su cuidado -diez caballos serían 2.000 euros mensuales, mucho para lo que percibe habitualmente un agricultor o ganadero- sin los grandes esfuerzos y sacrificios que requiere una vaquería».