Los alumnos de Primaria del colegio público de Son Ferriol no tienen garantizado el poder comenzar el curso con normalidad, pues las obras de reforma que se iniciaron en el mes de agosto del año pasado y que obligaron a trasladar a los alumnos al centro cultural todavía no han terminado. A día de hoy, la dirección del centro espera la confirmación por parte de Educació «de que podrán estar acabadas al menos dos aulas de Primaria que necesitamos», informó ayer la directora del colegio, Antònia Pons.
Desde el Govern se concretó que a las obras les queda aún cerca de mes y medio para estar finalizadas del todo, «aunque no impedirán el inicio del curso». Pero a este hecho se suma un problema más grave que se escapa al control de la dirección del centro o de la Conselleria, y son los actos vandálicos que sufre el edificio desde hace bastantes meses. En efecto, la directora comentó que «por las noches entran pandillas que se dedican a destrozar todo lo que ven nuevo; el pasado lunes, por ejemplo, metieron cemento en los sanitarios, y otras veces han estropeado paredes recién pintadas o quemado material plástico dentro de las aulas».
En ocasiones se ha llamado a la policía «pero no pueden hacer mucho y la consecuencia es que los trabajos se retrasan aún más», lamentó Pons. Los nuevos responsables de la Conselleria han heredado un problema que arrancó hace un año, cuando por una confusión del Ajuntament de Palma las obras de reforma del centro empezaron mucho más tarde de lo previsto. Los trabajos del edificio de Infantil no impidieron el normal desarrollo de las clases -pues afectaban al patio-, pero las del edificio de Primaria sí imposibilitaron, por seguridad, el acceso al centro durante varios meses para instalar una estructura metálica.