El secretario general del PSIB-PSOE y presidente del grupo parlamentario, Francesc Antich, abrió ayer las jornadas preparatorias del nuevo periodo de sesiones con un discurso en clave interna. Antich animó al grupo parlamentario a «declarar la guerra al pesimismo» y les conminó a lanzar un mensaje unitario para que «nuestro discurso llegue de forma clara» y «no confundamos al electorado».
El dirigente socialista recordó a los diputados y diputadas que, tras la pérdida del poder municipal, son ahora «la principal fuerza del partido». Les pidió «total dedicación» y que salieran «a la calle» para llevar a la Cámara los problemas reales de la ciudadanía. En clave estrictamente parlamentaria, Antich insistió en la necesidad de presentar propuestas de contenido social y se confirmó el reparto de áreas. Cada diputado o diputada controlará una conselleria del Govern.
En una breves declaraciones antes del inicio de las jornadas, Francesc Antich insitió en «la tristeza» que le producen declaraciones como las de Eduardo Zaplana, este verano, en las que afirmaba que el Gobierno central se iba a volcar con Matas cuando «antes apostaron por el enfrentamiento».