Jesús Gil se está tomando un descanso en Eivissa alejado de su querida Marbella y de los embrollos políticos a los que ha tenido que hacer frente en lasúltimas semanas. Sin ningún Julián Muñoz, ni pantojas que asomen por la isla vecina, los ocho días que Gil va a pasar por tierras ibicencas se convertirán en unas vacaciones perfectas. De hecho, el ex-alcalde de Marbella ya ha empezado a aprovechar el tiempo. Sin ir más lejos, ayer disfrutó de un día de masajes en la misma playa Ses Salines de la zona de Malibú. Acompañado por su mujer y varios amigos, despertó la atención de todos aquéllos que se encontraban en el lugar. Y es que Gil no visitaba Eivissa desde hacía más de 15 años.
Harto de la política, a la que definió como «un tarea sucia», admitió que había decidido salir de Marbella unos días para escapar del punto de mira. Además, aseguró que la Isla le encanta y que quería volver a disfrutar de las playas de la zona, que son incomparables. Eso sí, por mucho que le guste Eivissa, no olvidó su preciada Marbella y alardeó de los buenos servicios e infraestructuras que hay en ella.
En cualquier caso, ahora disfruta del sol que hace su agosto en Balears, de masajes y de lo que haga falta para sentirse bien. Y quizá también de paso olvidarse de los quebraderos de cabeza que le da su -ahora menos- Atlético de Madrid que no termina de despegar. Permanecerá alojado en la Torre del Canónigo hasta el próximo viernes y, después, volverá a su tierra malagueña. Seguro que los aires insulares son el mejor remedio para recuperar fuerzas y regresar como nuevo.
L.Quintana/UH Eivissa