CARMEN DÍAZ
La ansiada lluvia no llega. Apesar de los pronósticos de intervalos
nubosos y tormentas localmente moderadas por parte del Instituto
Nacional de Meteorología, la ola de calor no abandona la Isla. Los
aires acondicionados, ventiladores y abanicos son el consuelo de
una población que la madrugada de ayer tuvo que soportar el calor
más sofocante del verano. Una temperatura de madrugada de 27 grados
y una humedad del 89% fueron las causantes de un bochorno
insufrible durante toda la noche.
Aunque muchos tuvieran la sensación de que los termómetros habían batido récords, no fue así. El calor que experimentamos hace dos noches fue debido al «embat», un viento que suele entrar en las islas sobre las 12.00 horas y que anteayer lo hizo sobre las 14.00 horas. Este retraso generó que la tierra se calentara, aumentara la humedad y que subieran las temperaturas, cuando la función del «embat» es movilizar el aire y que la sensación de calor disminuya, aunque las temperaturas sean altas.
Con este ambiente, cuesta creer la previsión meteorológica que para esta semana anunciaba en las Islas inestabilidad durante el dia, chubascos moderados y leves tormentas durante la noche. Parece que están bastante equivocadas. Sólo hay que salir a la calle y observar como la gente se amontona en las zonas donde los edificios ofrecen sombra, mientras que las partes con sol están desiertas. La palabra «calor» y «falta de sueño», están íntimamente ligadas en estos días en que la ciudad de Palma atraviesa el calor más pegajoso que se ha sufrido en lo que va de verano. Cada cual tiene su propio método para combatirlo:encender el aire acondicionado, dejar las ventanas abiertas...cualquier solución es válida para hacer la noche más soportable.