La Conselleria de Turisme ha iniciado una campaña de inspección en Mallorca para controlar la oferta hotelera de «todo incluido» y la residencial, con el fin de detectar ilegalidades en materia de comercialización y calidad de servicio. El director general de Ordenación, Josep Aloy, señala que se han elegido unos 30 establecimientos hoteleros que se comercializan bajo la modalidad del todo incluido («all inclusive»), mediante la cual el turista paga una cantidad concreta y tiene todos los servicios gratuitos durante su estancia en el establecimiento.
«La elección de estos 30 establecimientos, de un total que supera el medio centenar en la Islas, permitirá a los servicios de inspección de Turisme determinar y comprobar si la calidad que se ofrece se corresponde con el precio que pagan los turistas. Los inspectores entregarán un cuestionario a los propietarios de los hoteles para que los rellenen. Si se detecta alguna irregularidad, se actuará de oficio», indica Aloy.
Turisme no quiere erradicar la expansión de esta nueva oferta de alojamiento: «Lo único que pretendemos es preservar la calidad de servicio y que el cliente se vaya satisfecho. Está claro que este producto está en alza y es demandado por el mercado. Ante esto no podemos hacer nada, pero sí sobre el producto que se ofrece al turista, porque ante todo está la imagen turística de Mallorca». La campaña de inspección se prolongará hasta mediados de septiembre, lo mismo que con la campaña de control de la oferta residencial turística.