El número de pasajeros en los aeropuertos de Balears sigue al alza. En el caso de Palma, se ha registrado en julio un aumento del 5,4 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior, porcentaje que representa la visita de casi 2,5 millones de personas. En Eivissa, se ha contabilizado una ligera disminución del 1 por ciento en julio, pero en el primer semestre el número de pasajeros ha subido un 3,6 por ciento.
Y en Menorca, durante los primeros seis meses del año el aumento se sitúa en torno al 4 por ciento. Las cifras suben, pero baja el poder adquisitivo de los turistas. Las ofertas de última hora para intentar salvar la temporada han llenado los hoteles, pero a costa de turistas con muy pocos euros en el bolsillo. Las esperanzas se cifran ahora en los meses de septiembre y octubre, que no en balde siempre han sido meses rentables, especialmente septiembre, si la meteorología nos es propicia.
De cualquier forma, aunque las cifras de pasajeros en los aeropuertos y de ocupación hotelera sean, aparentemente, satisfactorias, no hay razones para mostrarse optimistas. Por muchas y variadas razones, el sector turístico balear no está en sus mejores momentos. Todo lo contrario. Y pese a las declaraciones de los responsables de algunos turoperadores, que han tenido palabras muy críticas hacia el anterior Govern, el simple cambio de inquilino en el Consolat de Mar no soluciona los problemas. Es cierto que existe otro clima. Se ha aparcado el pesimismo, más o menos real o justificado, de los meses anteriores, pero falta una reflexión muy seria sobre lo que hay que hacer.
Si el obstáculo para que Balears recuperase un lugar privilegiado en el mercado turístico europeo era el Pacte de Progrés, ahora ya no hay excusa. El nuevo Govern y el sector turístico son viejos conocidos y cabe esperar que ahora, en perfecta sintonía -evidenciada antes y después del 25-M- van a poner en marcha las medidas necesarias para recuperar las posiciones perdidas. Sin olvidar que no todo vale. Balears quiere turistas pero no a cualquier precio.