En la comparecencia ante los medios de comunicación posterior a su despacho con el Rey, Aznar defendió la presencia de contingentes militares españoles en Irak en términos de «responsabilidad» con los 26 millones de iraquíes «que aspiran a vivir en libertad, a tener un futuro de responsabilidad y a reinsentarse de un modo tranquilo en la comunidad internacional».
El presidente destacó que todos los que están en Irak son soldados profesionales porque fue precisamente el Gobierno del PP quien suprimió el servicio militar obligatorio. No obstante, tras destacar la preparación de los soldados enviados a Irak, reconoció que existen ciertos riesgos.
Además de las referencias al envío de tropas a Irak, el presidente aprovechó su comparecencia ante los medios de comunicación para hablar de la situación económica de España y para anunciar que ha dado órdenes al ministro de Trabajo Eduardo Zaplana, para que añada una nueva dotación de 1.100 millones de euros al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, con lo cual el año acabará con una reserva de unos 10.000 millones de euros. Aznar contrapuso esta cifra al hecho de que, cuando asumió el Gobierno, la Seguridad Social se encontraba en quiebra.