Ellos no pierden las ganas de divertirse y relajarse. Mientras se decidía la suspensión del concierto que los Rolling Stones iban a ofrecer ayer noche en Benidorm, Keith Richards, guitarrista y líder -junto a Mick Jagger- de la mítica banda de rock, se lo pasaba en grande disfrutando de los encantos de Cabrera. Anteayer, Richards, acompañado de un grupo de amigos, alquilaba un barco en Puerto Portals para poner rumbo hasta Cabrera, bañarse en la Cova blava, tomar el sol y beber buen vino.
Tras llegar al Parc Natural de Cabrera, el guitarrista de los Rolling Stones quiso bañarse en la bella cueva azul y con un pequeño grupo se desplazó hasta ella en una pequeña barca auxiliar, una neumática. Mientras, el yate permanecía en el puerto de Cabrera. Tras el baño, decidieron volver al barco, pero... El motor de la auxiliar falló y se quedaron «tirados». Tras el panorama, y nunca mejor dicho, el Stone y su grupo pidieron auxilio a un embarcación fondeada cerca de ellos. Se trata del barco del centro de buceo de Palma Cas Tritón, que habitualmente se desplaza hasta Cabrera con su alumnos, en esta ocasión un grupo de catalanes.
Los buceadores ayudaron a los «náufragos» remolcando la pequeña embarcación hasta el yate, con la monumental sorpresa al reconocer entre ellos al mítico guitarrista de los Stones. El grupo de Keith Richards se ahorró así un buen rato de remo, gracias a la solidaridad de los buceadores, que vieron agradecido su gesto con el regalo de botellas de vino y, sobre todo, con la posibilidad de fotografiarse y pasar unos minutos con un mito de la música. Un remolque por una foto.
David J. Nadal