El torero Miguel Báez Spinola, El Litri, y su novia Carolina Adriana Herrera, hija de la venezolana afincada en Estados Unidos, Carolina Herrera, icono de la moda mundial, y residente por unas semanas en Mallorca durante estas épocas del año, desde anteayer se han sumado al verano isleño. No se hospedan, como pensamos, en el mismo hotel que lo hace su colega Enrique Ponce y la esposa de éste, Paloma Cuevas, sino que viven en casa de unos amigos, en el término municipal de Calvià.
Al día siguiente de su llegada a Palma, y habiendo cenado la noche anterior en el Flanigan con Ponce y Cuevas, Miguel y Carolina Adriana salieron a navegar en un barco amarrado en un puerto del citado municipio calvianense que puso rumbo hacia la zona norte de la Isla. Al torero, que, según los entendidos, aún dista bastante de la maestría y estilo de su padre, Miguel Báez, le hemos visto torear en diversas ocasiones en Palma. Su novia, en cambio, visita por primera vez la Isla en su compañía, al menos que se sepa.
¿Quién es ella, aparte de lo que sabemos todos: la hija de una de las creadoras de la moda mundial? Pues una guapa neoyorkina de 30 años, considerada como una de las jóvenes con más estilo de la ciudad de los rascacielos, que trabaja en la firma de su madre en las áreas de imagen y perfumería, como asesora, pero que compagina ese trabajo con otros, como, por ejemplo, el rodaje de un documental sobre cómo se hace un torero, desde sus inicios hasta que se doctora, en el que, se supone, algo ha tenido que ver su novio. Con anterioridad dirigió una pequeña tienda de moda en Los Angeles. Admiradora de Bob Dylan, se dice que a Carolina, mientras vive en Madrid, le gusta desplazarse en metro e ir al mercado.
Pedro Prieto